Desde el año pasado, el gobierno del presidente Gustavo Petro definió un plan para subir gradualmente el precio de la gasolina en Colombia con el fin de reducir el hueco que hay en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
En cinco meses de alzas consecutivas, el costo de la gasolina ha subido en promedio 1.221 pesos, mientras que el diésel ha aumentado 57 pesos, en promedio.
En el más reciente ajuste, en el que se fijaron los precios de referencia para febrero, el incremento promedio fue de 232 pesos, y se ubicándose en 10.399 pesos por galón.
El plan señala que, mes a mes, el Gobierno revisará al alza el precio de los combustibles hasta el 2024.
Por su parte, según dijo en su momento a EL TIEMPO Juan Carlos Vélez Uribe, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo), sin el subsidio al precio de la gasolina en Colombia, el valor del galón podría llegar hasta 16.000 pesos.
El Gobierno ha dicho que su propósito es que el precio de la gasolina empate con el precio internacional, pero con los incrementos que iban hasta enero todavía hay una diferencia.
¿Cómo quedan las alzas para febrero?
El precio de la gasolina corriente se volvió a ajustar en el país y las alzas oscilan entre 246 y 254 pesos por galón, dependiendo de la ciudad, mientras que el precio del diésel seguirá estable, en línea con la promesa del gobierno del presidente Gustavo Petro de no anunciar cambios, por lo menos, hasta junio de este año.
El Ministerio de Hacienda advirtió que de no haber contado con la operación del Fepc en lo corrido del 2023, los precios de la gasolina corriente y del ACPM se habrían ubicado, en promedio, en más de 5.150 y 10.600 pesos por encima del precio de venta promedio vigente por galón, respectivamente.
La decisión del Gobierno Nacional de aplicar alzas hasta que el galón llegue a 16.000 pesos aproximadamente contrasta con la preocupación que llevó a buscar un pacto de precios en energía eléctrica, servicio que tiene un peso muy similar al de los combustibles en la canasta familiar.
Así, desde que se comenzó a aplicar el ‘Pacto por la justicia tarifaria’, de octubre a diciembre, los precios en la factura de la luz bajaron 2 por ciento en promedio en el país. Sin embargo, las alzas de la gasolina no solo absorbieron todo ese alivio sino que casi lo triplican, con un aumento de 5,1 por ciento en el mismo periodo.